PREFACIO I DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA
EL SACRIFICIO Y EL SACRAMENTO DE CRISTO
64. Este prefacio se dice en la misa de la Cena del Señor; puede decirse también en la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo y en las misas votivas de la Santísima Eucaristía.
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro,
verdadero y único sacerdote.
El cual,
al instituir el sacrificio de la eterna alianza,
se ofreció a sí mismo como víctima de salvación,
y nos mandó perpetuar esta ofrenda
en conmemoración suya.
Su carne, inmolada por nosotros,
es alimento que nos fortalece;
su sangre, derramada por nosotros,
es bebida que nos purifica.
Por eso,
con los ángeles y los arcángeles
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
En la misa de la Cena del Señor, cuando se utiliza el Canon romano, se dice Reunidos en comunión, Acepta, Señor, en tu bondad y Él cual, la víspera de su Pasión propios.
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