Diurnal - Martes de la V semana de Cuaresma

Tiempo de Cuaresma

MARTES V

Laudes

LECTURA BREVE                Za 12, 10-11a

Derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de clemencia. Me mirarán a mí, a quien traspasaron, harán llanto como llanto por el hijo único, y llorarán como se llora al primogénito. Aquel día será grande el luto de Jerusalén.

RESPONSORIO BREVE

R/. Él me librará *De la red del cazador. Él me librará.
V/. Me cubrirá con sus plumas. *De la red del cazador. Gloria al Padre. Él me librará.

Benedictus, ant. «Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy», dice el Señor.

PRECES

Bendigamos a Cristo, pan vivo bajado del cielo, y digámosle:

Cristo, pan de las almas y salvación de los hombres, fortalece nuestra debilidad.

Señor, sacia nuestra hambre en el banquete de tu eucaristía
—y haz que participemos plenamente de los bienes de tu sacrificio pascual.

Concédenos, Maestro bueno, escuchar tu palabra con corazón noble
—y haz que perseveremos hasta dar fruto.

Que con nuestro trabajo, Señor, cooperemos para mejorar el mundo,
—para que así, por la acción de tu Iglesia, crezca en él la paz.

Reconocemos, Señor, que hemos pecado;
—perdona nuestras faltas por tu gran misericordia.

Padre nuestro.

Oración

Concédenos, Señor, perseverar en el fiel cumplimiento de tu santa voluntad, para que, en nuestros días, crezca en santidad y en número el pueblo dedicado a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo. 

Hora intermedia

Tercia

Ant. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas.

LECTURA BREVE        1Co 1, 18-19

El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; pero para los que están en vías de salvación es fuerza de Dios. Dice la Escritura: «Destruiré la sabiduría de los sabios, frustraré la sagacidad de los sagaces».

V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
R/. Renuévame por dentro con espíritu firme.

Sexta

Ant. «Por mi vida —oráculo del Señor—, no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta de su conducta y que viva».

LECTURA BREVE        1Co 1, 22-24

Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados —judíos o griegos—, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.

V/. Aparta de mi pecado tu vista.
R/. Borra en mí toda culpa.

Nona

Ant. Empuñando las armas de la justicia, hagámonos recomendables a Dios por nuestra paciencia.

LECTURA BREVE         1Co 1, 25. 27a

Lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios.

V/. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado.
R/. Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias.

La oración como en Laudes. 

Vísperas

LECTURA BREVE            1Co 1, 27b-30

Lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder. Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor. Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justificación, santificación y redención.

RESPONSORIO BREVE

R/. Yo dije: *Señor, ten misericordia. Yo dije.
V/. Sáname, porque he pecado contra ti. *Señor, ten misericordia. Gloria al Padre. Yo dije.

Magníficat, ant. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada.

PRECES

A Cristo, el Señor, que nos mandó velar y orar a fin de no sucumbir en la tentación, digámosle confiadamente:

Oh Señor, escucha y ten piedad.

Señor, tú que prometiste estar presente cuando tus discípulos se reúnen en tu nombre para orar,
—haz que oremos siempre unidos a ti en el Espíritu Santo, a fin de que tu reino llegue a todos los hombres.

Purifica de todo pecado a la Iglesia penitente
—y haz que viva siempre en la esperanza y el gozo del Espíritu Santo.

Amigo del hombre, haz que estemos siempre atentos, como tú nos mandaste, al bien del prójimo,
—para que la luz de tu amor brille a través de nosotros ante todos los hombres.

Rey pacífico, concede que tu paz reine en el mundo
—y que nosotros trabajemos sin cesar para conseguirla.

Tú que has muerto para que nosotros tengamos vida,
—da la vida eterna a los que han muerto.

Padre nuestro.

Oración

Concédenos, Señor, perseverar en el fiel cumplimiento de tu santa voluntad, para que, en nuestros días, crezca en santidad y en número el pueblo dedicado a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo.

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