Archidiócesis de Pamplona y Tudela - San Francisco Javier, presbítero Patrono principal de Navarra

3 de diciembre
San Francisco Javier, presbítero
Patrono principal de Navarra
Solemnidad

Francisco Javier, hijo cristiano de Navarra, fue sacerdote de la Compañía de Jesús y es Patrono de las misiones católicas y de Navarra. Se le llama el Apóstol de las Indias y dio testimonio de su fe cristiana en el siglo dieciséis. Su celo ardiente por la gloria de Dios, el amor a Cristo y su entrega a la salvación de los hombres le hicieron comprender el sentido de la antífona con que abrimos esta gloriosa celebración:

Antífona de entrada          Jer 1, 7b-8
A donde yo te envíe irás, y lo que yo te mande, lo dirás.
No les tengas miedo;
que estoy contigo para librarte, dice el Señor.

Oración colecta
Señor y Dios nuestro:
Tú has querido que numerosas naciones
llegaran al conocimiento de tu nombre
por la predicación de san Francisco Javier;
infúndenos su celo generoso por la propagación de la fe,
y haz que tu Iglesia encuentre su gozo
en evangelizar a todos los pueblos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Salmo responsorial           Sal 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 10 (R/.: 3)

R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R/.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente». R/.

Segunda lectura
¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 9, 16-19. 22-23

Hermanos:

El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo. No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga. Pero, si lo hago a pesar mío, es que me han encargado este oficio. Entonces, ¿cuál es la paga? Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicación del Evangelio.

Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles. Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles; me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos. Y hago todo esto por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.

Palabra de Dios.

Aleluya          Mt 28, 19a. 20b

Id y haced discípulos de todos los pueblos
-dice el Señor-; yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo.

Evangelio
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo 28, 16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.

Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.

Acercándose a ellos, Jesús les dijo:

«Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.

Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».

Palabra del Señor.

Oración de los fieles

Agradecidos por nuestra fe, movidos por una misma esperanza y unidos en caridad, oremos a Dios nuestro Padre.

- Por la Santa Iglesia: Para que responda con fidelidad al mandato de anunciar la Buena Noticia a todos los pueblos. Roguemos al Señor.

- Por nuestro pueblo de Navarra: Para que, ayudado por el servicio solícito de sus gobernantes sea conducido hacia Dios por el caminos de la concordia y del progreso. Roguemos al Señor.

- Por todos aquellos cuya fe ha perdido vigor o se ve oscurecida por la duda, el desaliento o la falta de testimonio de los creyentes: Para que descubran la verdad en su sincero esfuerzo por encontrarla. Roguemos al Señor.

- Por los misioneros navarros: Para que, fortalecidos en la fe, sean constantes en su respuesta a la honrosa llamada de predicar la salvación y se sientan apoyados en su misión por nuestra colaboración eficaz y responsable. Roguemos al Señor.

- Por todos nosotros: Para que, viviendo plenamente las exigencias del Evangelio, proclamemos nuestra fe en todos los ambientes. Roguemos al Señor.

Dios todopoderoso y eterno, escucha las oraciones de tu pueblo y da a todos tus fieles la perseverancia en la verdadera fe y en el bien obrar; concede a todos los hombres el gozo de conocerte y convertirse a Ti, y, por la intercesión de san Francisco Javier, reúnenos en el reino glorioso de tu Hijo, que vive y reina por los siglos.
R/. Amén.

Oración sobre las ofrendas
Señor,
recibe los dones que te presentamos
en la festividad de san Francisco Javier;
y si él partió a lejanos continentes,
impulsado por el celo de la salvación de los hombres,
concédenos a nosotros
que, dando testimonio eficaz del Evangelio,
sintamos la urgencia de llegar a Ti
en unión de todos los hermanos. 
Por Jesucristo nuestro Señor.

Prefacio
La fuerza del Evangelio

V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.

V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno. 

Tú encendiste a san Francisco Javier, nuestro Patrono,
en el fuego de tu amor,
lo entusiasmaste con la entrega por los hombres,
y así, con fatigas, penalidades y menosprecio de peligros,
emprendió incontables viajes,
par anunciar el Evangelio a muchas gentes,
que, iniciadas en los misterios salvadores,
pasaron a formar parte de tu pueblo.

Por él los ángeles y los arcángeles,
y todos los coros celestiales,
celebran tu gloria unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:

Santo, Santo, Santo...

Antífona de comunión          Jer 20, 7-9
Me sedujiste, Señor, y me deje seducir:
tu palabra era en mis entrañas fuego ardiente,
encerrado en mis huesos intentaba contenerla, y no podía.

Oración después de la comunión
El sacramento que hemos recibido, Señor,
despierte en nosotros el amor ardiente
que inflamó a san Francisco Javier
en el celo por la salvación de las almas
así, trabajando según las exigencias de nuestra vocación,
conseguiremos el premio que Tú has prometido
a aquellos que te sirven con un corazón generoso.

Bendición solemne

El Dios, gloria y felicidad de los santos,
que os ha concedido celebrar hoy
esta solemnidad de san Francisco Javier
os otorgue sus bendiciones eternas.
R/. Amén.

Que por la intercesión de los santos, de
san Francisco Javier,
os veáis libres de todo mal,
y, alentados por el ejemplo de su vida,
perseveréis constantes
en el servicio de Dios y de los hermanos.
R/. Amén.

Y que Dios os conceda reuniros con los santos
en la felicidad del reino,
donde la Iglesia contempla con gozo a sus hijos
entre los moradores de la Jerusalén celeste.
R/. Amén.

Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
R/. Amén.

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