Diurnal - 3 de enero

Tiempo de Navidad

3 DE ENERO

Laudes

LECTURA BREVE                   Is 62, 11-12

Decid a la hija de Sión: «Mira a tu Salvador que llega, el premio de su victoria lo acompaña, la recompensa lo precede; los llamarán “Pueblo santo”, “Redimidos del Señor”».

RESPONSORIO BREVE

R/. El Señor ha revelado, Aleluya, aleluya. El Señor.
V/. Su salvación. * Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. El Señor.

Benedictus, ant. La palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, llena de gracia y de verdad; y de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia. Aleluya.

PRECES

Acudamos alegres a nuestro Redentor, el Hijo de Dios hecho hombre para renovar al hombre, y digámosle confiados:

Quédate con nosotros, oh Emmanuel.

Oh Jesús, Hijo de Dios vivo, esplendor del Padre, luz increada, rey de la gloria, sol de justicia e hijo de la Virgen María,
— ilumina con la luz de tu encarnación el día que ahora empezamos.

Oh Jesús, maravilla de Consejero, Dios fuerte, Padre perpetuo, Príncipe de la paz,
— haz que los ejemplos de tu humanidad santa sean norma para nuestra vida.

Oh Jesús, todopoderoso y paciente, humilde de corazón y obediente,
— manifiesta a todos los hombres el poder de la humildad.

Oh Jesús, padre de los pobres, gloria de los fieles, pastor bueno, luz indeficiente, sabiduría y bondad inmensa, camino y vida para todos,
— concede a tu Iglesia el espíritu de pobreza. 

Padre nuestro.

Oración

Dios todopoderoso, tú has dispuesto que por el nacimiento virginal de tu Hijo, su humanidad no quedara sometida a la herencia del pecado: por este admirable misterio, humildemente te rogamos que cuantos hemos renacido, en Cristo, a una vida nueva, no volvamos otra vez a la vida caduca de la que nos sacaste. Por nuestro Señor Jesucristo.

Hora intermedia

Tercia

Ant. José y María, la madre de Jesús, estaban admirados por lo que se decía de él.

LECTURA BREVE           Is 2, 3-4

De Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor. Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra.

V/. El Señor se acordó de su misericordia. Aleluya.
R/. Y de su fidelidad en favor de la casa de Israel. Aleluya.

Sexta

Ant. María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

LECTURA BREVE                 Is 9, 1

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierra de sombras, y una luz les brilló.

V/. Los confines de la tierra han contemplado. Aleluya.
R/. La salvación de nuestro Dios. Aleluya.

Nona

Ant. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos.

LECTURA BREVE                      Is 60, 4-5

Tus hijos, Jerusalén, llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos.

V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran. Aleluya.
R/. La justicia y la paz se besan. Aleluya.

La oración como en Laudes.

Vísperas

LECTURA BREVE               1Jn 1, 5b. 7

Dios es luz sin tiniebla alguna. Si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados.

RESPONSORIO BREVE

R/. La Palabra se hizo carne. * Aleluya, aleluya. La Palabra.
V/. Y acampó entre nosotros. Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. La Palabra.

Magníficat, ant. Regocijémonos en el Señor y alegrémonos con júbilo espiritual, porque apareció en el mundo la salvación eterna. Aleluya.

PRECES

Con la llegada de Cristo, floreció y echó raíces el pueblo santo de Dios. Jubilosamente, digamos a nuestro Salvador:

Que tu nacimiento llene de gozo al mundo entero.

Cristo, vida nuestra, que viniste para ser cabeza de la Iglesia,
— sigue promoviendo el crecimiento de tu cuerpo, para que se edifique en el amor.

Tú que quieres ser adorado en una doble naturaleza,
— haznos partícipes de tu divinidad.

Tú que por la encarnación te hiciste nuestro mediador,
— haz que los miembros de la Iglesia se unan más eficazmente a tu ministerio, por la santidad de sus vidas.

Tú que al venir a este mundo instauraste un nuevo orden entre los hombres,
— conduce a todos los pueblos a tu salvación.

Tú que al nacer rompiste las cadenas de la muerte,
— libra a los difuntos de todas sus ataduras. 

Padre nuestro.

Oración

Dios todopoderoso, tú has dispuesto que por el nacimiento virginal de tu Hijo, su humanidad no quedara sometida a la herencia del pecado: por este admirable misterio, humildemente te rogamos que cuantos hemos renacido, en Cristo, a una vida nueva, no volvamos otra vez a la vida caduca de la que nos sacaste. Por nuestro Señor Jesucristo.

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