Diurnal - 4 de enero

Tiempo de Navidad

4 DE ENERO

Laudes

LECTURA BREVE                   Is 45, 22-23

Volveos hacia mí para salvaros, confines de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro. Yo juro por mi nombre, de mi boca sale una sentencia, una palabra irrevocable: «Ante mí se doblará toda rodilla, por mí jurará toda lengua».

RESPONSORIO BREVE

R/. El Señor ha revelado, Aleluya, aleluya. El Señor.
V/. Su salvación. * Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. El Señor.

Benedictus, ant. Cristo, nuestro Dios, en quien habita la plenitud de la divinidad, ha tomado nuestra carne y, al nacer como hombre, ha renovado la humanidad. Aleluya.

PRECES

Glorifiquemos a Cristo, Palabra eterna del Padre, manifestado en la carne, contemplado por los ángeles y predicado a los paganos, y digámosle devotamente:

Te adoramos, Hijo unigénito de Dios.

Libertador del género humano, que naciendo de la Virgen has venido a renovar el mundo;
— líbranos por intercesión de María de toda corrupción de la carne.

Tú que desde el cielo hiciste brillar en la tierra la justicia increada,
— ilumina con la claridad de tu luz el día que empezamos y toda nuestra vida.

Hijo de Dios, que nos has revelado el amor del Padre,
— haz que también nuestra caridad manifieste a los hombres el amor de Dios.

Tú que quisiste acampar entre nosotros,
— haznos dignos de morar contigo en tu reino.

Padre nuestro.

Oración

Dios todopoderoso, que tu Salvador, luz de redención que surge en el cielo, amanezca también en nuestros corazones y los renueve siempre. Por nuestro Señor Jesucristo.

Hora intermedia

Tercia

Ant. José y María, la madre de Jesús, estaban admirados por lo que se decía de él.

LECTURA BREVE           Jr 31, 7-8a

Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: «El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel». Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra.

V/. El Señor se acordó de su misericordia. Aleluya.
R/. Y de su fidelidad en favor de la casa de Israel. Aleluya.

Sexta

Ant. María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

LECTURA BREVE                 Jr 31, 11-12a

El Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte. Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor.

V/. Los confines de la tierra han contemplado. Aleluya.
R/. La salvación de nuestro Dios. Aleluya.

Nona

Ant. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos.

LECTURA BREVE                      Za 8,7-8

Yo libertaré a mi pueblo del país de oriente y del país de occidente, y los traeré para que habiten en medio de Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios con verdad y con justicia.

V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran. Aleluya.
R/. La justicia y la paz se besan. Aleluya.

La oración como en Laudes.

Vísperas

LECTURA BREVE               Rm 8, 3-4

Dios envió a su Hijo encarnado en una carne pecadora como la nuestra, haciéndolo víctima por el pecado, y en su carne condenó el pecado. Así, la justicia que proponía la ley puede realizarse en nosotros, que ya no procedemos dirigidos por la carne, sino por el Espíritu. 

RESPONSORIO BREVE

R/. La Palabra se hizo carne. * Aleluya, aleluya. La Palabra.
V/. Y acampó entre nosotros. Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. La Palabra.

Magníficat, ant. Yo procedo y vengo de Dios, no de mí mismo. Mi Padre es el que me ha enviado.

PRECES

Cristo vino a nosotros y se entregó por nosotros para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras. Invoquémosle con devoción ardiente:

Señor, ten piedad.

Por tu Iglesia santa:
— para que todos sus hijos renazcan a una nueva vida.
Señor, ten piedad.

Por los pobres, los cautivos y los exiliados:
— para que a través de nuestra caridad te encuentren a ti, Hijo de Dios hecho hombre.
Señor, ten piedad.

Para que nuestro gozo sea pleno,
— y nos maravillemos ante el don que el Padre nos ha dado en ti.
Señor, ten piedad.

Que tus fieles difuntos, iluminados por la luz de tu Natividad, contemplen tu rostro,
— y las tinieblas se disipen para ellos.
Señor, ten piedad.

Padre nuestro.

Oración

Dios todopoderoso, que tu Salvador, luz de redención que surge en el cielo, amanezca también en nuestros corazones y los renueve siempre. Por nuestro Señor Jesucristo.

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