Misal Romano (tercera edición) - Conmemoración de todos los fieles difuntos

PROPIO DE LOS SANTOS

2 de noviembre

CONMEMORICIÓN
DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS


Las siguientes misas pueden elegirse a juicio del celebrante.

En este día, todo sacerdote puede celebrar tres misas, observando lo establecido por en la Const. Apost. Incruentum Altaris sacrificium, del 10 de agosto de 1915: AAS 7 (1915), pp. 401-404.

Cuando el 2 de noviembre coincide en domingo se celebra la misa de la Conmemoración de todos los fieles difuntos.

1

Antífona de entrada          1 Tes 4, 14, ; 1 Co 15, 22
Del mismo modo que Jesús ha muerto y resucitado, Dios llevará con él, por medio de Jesús, a los que han muerto. Lo mismo que en Adán mueren todos, así en Cristo todos serán vivificados.

Oración colecta
ESCUCHA con bondad, Señor, nuestras súplicas
para que, al confesar nuestra fe
en tu Hijo resucitado de entre los muertos,
se afiance también nuestra esperanza
en la futura resurrección de tus siervos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
ACEPTA en tu bondad nuestras ofrendas, Señor,
para que tus siervos difuntos
sean recibidos en la gloria con tu Hijo,
a quien nos unimos
por este gran sacramento de piedad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de difuntos.

Antífona de comunión          Cf. Jn 11, 25-26
Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá, y el que está vivo y cree en mí no morirá para siempre, dice el Señor.

Oración después de la comunión
TE pedimos, Señor,
que tus siervos difuntos,
por quienes hemos celebrado el Misterio pascual,
lleguen a la mansión de la luz y de la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede usar la fórmula de bendición solemne (n. 27).

2

Antífona de entrada          Cf. 4 Esd 2, 34. 35
Señor, dales el descanso eterno y brille sobre ellos la luz eterna.

Oración colecta
OH, Dios, gloria de los fieles y vida de los justos,
los redimidos por la muerte y resurrección de tu Hijo,
te pedimos que acojas con bondad a tus siervos difuntos
para que, quienes profesaron el misterio de nuestra resurrección,
merezcan alcanzar los gozos de la eterna bienaventuranza.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
DIOS omnipotente y misericordioso,
te pedimos que limpies en la sangre de Cristo
los pecados de tus siervos difuntos
por medio de este sacrificio,
y a los que ya habías lavado con el agua del bautismo
purifícalos sin cesar con indulgencia amorosa.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de difuntos.

Antífona de comunión          Cf 4 Esd 2, 34. 35
Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna, vivan con tus santos por siempre, porque tú eres compasivo.

Oración después de la comunión
DESPUÉS de recibir el sacramento de tu Unigénito,
que en favor nuestro fue inmolado y gloriosamente resucitó,
te pedimos humildemente, Señor, por tus siervos difuntos,
para que, purificados por el Misterio pascual,
sean glorificados con el don de la resurrección futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede usar la fórmula de bendición solemne (n. 27).

3

Antífona de entrada          Cf Rm 8, 11
Dios, que resucitó de entre los muertos a Jesús, vivificará también nuestros cuerpos mortales, por su espíritu que habita en nosotros.

Oración colecta
OH, Dios,
que hiciste pasar a tu Unigénito al reino del cielo
una vez vencida la muerte,
concede a tus siervos difuntos
que, superando su condición mortal,
puedan contemplarte para siempre
como su creador y redentor.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración sobre las ofrendas
RECIBE, Señor, en tu bondad,
las ofrendas que te presentamos
por todos tus siervos que duermen en Cristo,
para que, rotos los lazos de la muerte
por este sacrificio singular,
merezcan la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de difuntos.

Antífona de comunión          Flp 3, 20-21
Aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso.

Oración después de la comunión
POR este sacrificio que hemos celebrado
derrama, Señor, con largueza tu misericordia
sobre tus siervos difuntos,
y a quienes concediste la gracia del bautismo,
dales también la plenitud de los gozos eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se puede usar la fórmula de bendición solemne (n. 27).


© Conferencia Episcopal Española

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